letra pequeña

Una ley obliga a la banca, aseguradoras y empresas de servicios a aumentar el tamaño de la ‘letra pequeña’ de sus contratos

El Congreso aprueba por unanimidad elevar de 1,5 milímetros a 2,5 el cuerpo mínimo de los caracteres con los que los bancos, aseguradoras y empresas de servicios compañías redactan los documentos que ofrecen a los consumidores, una medida que deben implementar antes del 1 de junio para evitar la ilegibilidad que permite la normativa actual.

Los bancos, las compañías de seguros y otras empresas de servicios como las de telefonía, entre otras muchas, tienen poco más de dos meses, hasta el 1 de junio, para aumentar un 66% el tamaño mínimo de las letras con las que redactan los contratos que suscriben los consumidores para acceder a sus productos.

Concretamente, la modificación consiste en elevar de 1,5 a 2,5 milímetros el tamaño mínimo de la letra para permitir «al consumidor y usuario el conocimiento previo a la celebración del contrato sobre su existencia y contenido», un requisito que «en ningún caso se entenderá cumplido» si, además, «el espacio entre líneas fuese inferior a los 1,15 milímetros» o, como ya contemplaba la norma, «el insuficiente contraste con el fondo hiciese dificultosa la lectura».

Se trata de una información necesaria para que el consumidor pueda tomar decisiones sobre su propio consumo», señala la diputada, que califica de «insultante» la medida mínima de 1,5 milímetros, tan pequeña que «causaba indefensión». «Los consumidores no solo son vulnerables por causas económicas, sino que hay otras y no poder entender lo que te dan para firmar es una de ellas», añade.

La introducción de la enmienda, cuyo contenido se aplica en países como Portugal, requirió, no obstante, algunas dosis de negociación y de pedagogía al mostrarse inicialmente reacios a apoyarla algunos grupos al considerar que una medida de ese tipo podía ser contraria a la normativa comunitaria.

La enmienda, que de hecho apelaba a la iniciativa portuguesa, reclamaba el apoyo de los grupos argumentando que «para terminar definitivamente con la conocida como ‘letra pequeña’ de los contratos resulta necesario incrementar el tamaño mínimo de la letra e introducir el tamaño mínimo del interlineado».

Los consumidores ven un avance, pero hay otros pendientes
Las asociaciones de consumidores coinciden en respaldar la medida, aunque con matices. «Pasar de 1,5 a 2,5 es un salto importante, pero pedíamos llegar a los tres milímetros porque eso aumenta mucho el porcentaje de personas que no tendrían problemas de lectura», señala Enrique García, de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que sostiene que «el tamaño de los caracteres debe ser adecuado para que resulten legibles para todos los consumidores. Además de los mayores, hay otros consumidores vulnerables por padecer presbicia u otras situaciones».

«Cada entidad se va a ajustar a los requerimientos legales según sus posibilidades», señalaron fuentes de Aebanca, la patronal del sector bancario español, que anotaron que esa adaptación se realizaría «siempre cumpliendo con el calendario oficial previsto».

El Banco de España mantenía hasta ahora la misma exigencia general de una letra mínima de 1,5 milímetros para los contratos, aunque hace unos años valoró la posibilidad de elevarla hasta los dos.

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